jueves, 16 de abril de 2015

Lancelot sigue vivo

                                               La dama de shalott de waterhouse
"Año tras año siglo tras siglo Sir Lancelot seguia sufriendo el engaño de Elaine"

El hechizo que Morgana había entregado a Elaine  había nublado el cerebro de Lancelot por una noche en la mas turbia oscuridad había roto su promesa de castidad a Ginebra en el lecho de Elaine. El  amor loco por su salvador Lancelot era tan fuerte y profundo que recurrió a la mas vil de las tretas para conseguirlo;
"el engaño". 
En la noche fría cruzo la laguna negra entre las misteriosas brumas de Avalon para dirigirse a las nueve reinas hadas que allí moraban. 
Quería a Lancelot pero el corazón de el era de Ginebra. sabia que las reinas hadas eran muy poderosas, ellas le darían un hechizo para hacerlo suyo de por vida, un amor en una jaula de oro. 
Pero de las nueve  reinas hadas se negaron ocho. pues su petición iba en contra de sus principios. el amor puro no admitía engaños.                              
- "mal podía acabar lo que mal empezaba".dijeron las reinas hadas.

Cuando Elaine se disponía a marchar, de entre las negras sombras de los salones de Avalon surgió la novena reina hada, la mas cruel de todas ellas.
-yo te ayudare
-Morgana no deberías, Sir lancelot es el preferido de tu hermano Arturo.
-y de Ginebra. contesto Morgana y acto seguido estallo en terribles carcajadas que hicieron retumbar los cimientos de Avalon.
-te ayudare Elaine, claro que te ayudare.
-Morgana si la ayudas no podrás regresar a Avalon.
-mi hermano me encerró aquí, creéis que si puedo huir me voy 
 a quedar? la profecía dice que no puedo abandonar Avalon salvo que algun humano reclame mi ayuda. nadie en su sano juicio lo haría. pero he aquí una humana desesperada "locura de amor".
otra carcajada resonó en los salones y Morgana se desvaneció convirtiéndose en la terrible bruma de Avalon sus carcajadas seguía retumbando aun cuando ella ya había huido por las ventanas. una humana la había liberado que ingenua loca de amor.
-Elaine tienes que verter esta ampolla en la copa de Lancelot y el sera tuyo, pero atiende bien solo puedes tenerlo en la mas negra oscuridad de tu lecho, la luz rompería el hechizo.
Elaine asintió con la cabeza sin decir ni una palabra se marcho por el sendero que conducía al castillo tenia suerte hoy justo se celebraba  un banquete en honor al "mejor caballero del mundo" honor que se le había concedido a Lancelot por su rescate.

Morgana no había aceptado pago alguno de Elaine, sin que ella lo supiera ya se lo había cobrado y pagaría con su deshonra y su vida.

-y después hermano  mio caerás tu¡¡ 
verteré injurias en tu oído como veneno de serpiente y el mito de Lancelot caerá y con el tu reino y tu reina.


                                 Ginebra y Lancelot de William Burton

-estáis aquí mi valiente caballero, brindad conmigo
-Elaine, por vos y vuestro futuro libre.
-acompañadme a dar un paseo Sir Lancelot la noche es perfecta.

la oscura noche envolvía los jardines del castillo y Lancelot caminaba a cada paso mas turbado por la presencia de Elaine asta el punto de olvidar su amor casto jurado a Ginebra.

Las primeras luces del alba  penetraron por las ventanas de palacio iluminando la cara de los complacientes amantes Elaine volvió su espalda al día y Lancelot fue despertando poco a poco, se sentía débil no sabia donde estaba quizás el vino de la noche anterior corrió demasiado. Parpadeo abrió los ojos y se encontró con el rostro placido de Elaine que yacía desnuda a su lado.

 cogió su ropa y huyo sin despedirse, sin mirar atrás, había  sido  engañado, toda su fuerza y su valor los había perdido con su traición a Ginebra. cabalgo día y noche con los ojos llenos de lagrimas, había perdido todo lo que en el era digno, solo podía  dirigirse a un lugar en busca de ayuda y consuelo.

De rodillas al pie de un lago se encontraba Lancelot suplicando desesperado.
-madre, madre salid de las aguas necesito vuestra ayuda.
-Lancelot hijo as vuelto, que horror te atormenta  que te postra de tal forma ante mi. eres Sir Lancelot del Lago levántate¡¡
-madre e sido victima de un engaño cruel, 
- lo se Morgana a sido liberada por petición de una humana llamada Elaine y solo por una pócima para conquistar al mas noble caballero, rogué para que no fueras tu.
                                   Wilian Waterhouse ninfas

-debes regresar a Camelot y explicarle lo ocurrido, suplica su clemencia y perdón. ellos te aman cada uno a su manera.

cabalgo durante un año entero y cuando llego a Camelot sintió  alivio en su alma por fin podría librarse de ese peso confesando su pena pero lo que no sabia es que las noticias habían llegado ates que el y de una forma mas trágica.

No se hablaba de otra cosa en los salones de palacio que de la deshonra de Lancelot. El abuso que había echo Lancelote de una noble dama y abandonarla deshonrando su nombre y su casa. 

Elaine había dado a luz un niño al que llamo Galahad. pero ni ese niño logro mitigar su pena a la que Lancelot la había sometido con su abandono, poco a poco se fue consumiendo asta morir de pena, Pidió  a su padre que depositara su cuerpo en una barca negra junto con una nota para Lancelot.

"que todo el mundo sepa lo que puede provocar Lancelot en las damas si no corresponde"


En el salón del trono de Camelot. Arturo y Ginebra esperan las explicaicones de  Lancelot, a las espaldas del rey Morgana sonrie complaciente, Lancelot la observa y sabe que esa batalla esta perdida.

-sois un perjuro y un traidor Sir Lancelot

-mi reina¡¡ fui victima de un engaño

-aun a si es un comportamiento vil e impropio de un caballero de la mesa redonda. vos Lancelot os habíais ganado mi confianza erais mi mejor caballero.

Lancelot inca una rodilla en el suelo y agacha la cabeza en acto de respeto y devoción  a su rey, dándole a entender que su vida le pertenece y esta en su derecho de hacer con ella lo que quiera. aprovechando  ese momento Morgana susurra en el odio de Arturo el amor de Lancelot y Ginebra. Arturo mantiene la espalda firme y no deja que la pena aflore en su rostro, su corazón esta roto y los dos merecen un castigo.

-Lancelot os destierro y os condeno a vivir eternamente para que cada día de vuestra vida inmortal sufráis la pena por lo que hicisteis. una vida no es suficiente para purgar vuestros pecados.

-Ginebra

_¿si mi rey?

-vos arderéis en la hoguera.

Ginebra palidece y comprende que Morgana informo de mas cosas 
a Arturo, pero acata la decision de su rey fue traicionada por Lancelot, ya no tiene nada por lo que luchar.





-mi señora corred¡¡¡¡

varios caballeros de la mesa redonda yacen en el suelo ensangrentados y privados de vida por la espada del que fue su compañero de armas y el mejor caballero.

Ginebra y Lancelot huyen a galope tendido, cuando se ven fuera de peligro detienen el caballo en un claro del bosque donde una pequeña y destartalada cabaña sera su refugio en la noche.

-mal presagio es veros en este lugar mi reina

del tupido bosque aparece un anciano de largos cabellos canos   vestido con una toga blanca, en su mano derecha lleva una hoz de oro.

-Merlin¡¡han  ocurrido cosas terribles
-lo se¡¡ majestad, Lancelot ya no tenéis hueco en este reino huid y llevaros a Ginebra hay un monasterio en los lindes del condado donde no tienen cabida las fuerzas del rey. 

-seria una buena forma de purgar mis penas durante el resto de mis dias.

-Ginebra, huid conmigo, no me dejéis.

-Lancelot,  Morgana te castigo con la inmortalidad para que sufras eternamente veras envejecer a ginebra se ira consumiendo ante tus ojos mientras que tu seguirás igual, es eso lo que quieres?

-¿Nunca moriré?

-no y lo peor de todo es que veras como todos mueren a tu alrededor.


martes, 23 de diciembre de 2014

la felicidad de amar


Las mañanas y los días son todos iguales, los periódicos parecen dar el mismo tipo de noticias y siempre en las mismas proporciones, 80% malas 15% buenas y 5% esquelas, crucigramas y anuncios. Hace muchos años que deje de comprarlo.
Tras la larga enfermedad de mi abuela, con final fatal abandone mi cómodo puesto de trabajo en las torres Kio  por algo menos frívolo, me sentía mal engañando a la gente eso no podía ser un estilo de vida a sí que antes de que mandaran a 5000 personas para la calle yo decidí salir por la puerta grande por voluntad propia. Fue como si me sacaran una losa de encima. 

Siempre viví con mi abuela y ahora a su muerte había  heredado el pequeño piso de Carabanchel. Precisamente no es una joya de barrio pero cuando creces allí pasas a formar parte de él.

Era un pequeño bloque de apenas 10 vecinos con solo 3 plantas y bajo. Recubierto de estuco de color crema con un borde blanco en las ventanas que lucían un tamaño humilde como el de sus ocupantes y no por eso las vistas eran peores. Desde las grandes cristaleras de las torres Kio  parecía que tuvieras el mundo a tus pies como si fueras el amo y señor. Desde la ventana de la cocina de mi abuela de 60 x 60 cm se veía la vida, la gente y sus sueños. Vidas como la mía, vidas tristes algunas otras miserables, ajenas, solitarias, fugaces…había muchos estilos de vida en Carabanchel. Yo estaba en el grupo de las solitarias.
Habían cambiado mucho las cosas, me tome una jornada de reflexión antes de buscarme otro trabajo me merecía un descanso. De la facultad de económicas a torres Kio, no había hecho otra cosa. Dedique seis meses a no hace nada, leer, salir a la compra, ordenar el piso y poco más.
 Un día luminoso de primavera leyendo el patético periódico vi un anuncio para trabajar de dependienta en la pastelería mas céntrica de Madrid y una de las más conocidas "La Mallorquina". Me pareció que había un abismo muy grande entre las torres Kio y La Mallorquina y  eso era justo lo que yo quería algo que me separara de ese pasado ruin al que mis jefes me abocaron.
-una caja de violetas por favor y un cruasán
-2.50
Si amigos salte el abismo me habían cogido en La Mallorquina  y era feliz.
Aunque los días se volvían mas monótonos, casa, metro, trabajo, metro, casa. Me había acostumbrado a esa rutina y no me parecía mala, mis emociones mas fuertes las viví en las novelas y me sentía feliz porque en el fondo esas vidas, esas catástrofes, esos amores, eran ajenos a este cruel mundo, eran fantasías indoloras de papel, con muertes de mentira, besos irreales,  guerras sin bajas y villanos de celulosa.

Todos los días me subía al metro en Carabanchel con parada en el Callao y todos los días el mismo hombre sentado en el mismo sitio retiraba su chaquetón para dejarme el asiento libre. En su regazo llevaba un pequeño portátil donde escribía y escribía. Primero pensé que sería un ejecutivo con papeleo del trabajo pero pasados varios días la curiosidad me puedo y comencé a leer de forma disimulada sus textos, era una novela¡¡ como no podía ser de otra manera me enganche a ella. Yo bajaba en mi parada y el seguía, todos los días pensaba que me perdería en ese tramo que yo no leía.
Al llegar la noche me dirigía presurosa al metro a mi sesión de lectura, allí estaba el con su chaquetón doblado como si me guardara el asiento en el cine.
Retiro su abrigo me acomode y empecé a leer y a si todos los días del mes. yo creo que él sabía que estaba leyendo su novela pero no le importaba, quizás hasta le gustara.  Un  buen día el se dirigió a mí.
-quizás deberíamos quedar para tomar un café
-quizás. Respondí
-¿que le parece hoy a la salida del trabajo?
-me parece genial los viernes son un buen día .
-usted coge el metro en Callao espéreme allí me bajare yo.
Y allí estaba de pie en la boca de metro del Callao esperando a un anónimo personaje de la vida Madrileña.
Con un largo abrigo negro que ondeaba a cada paso y su maletín en la mano, ascendía las escaleras con una media sonrisa ladeada y una mirada azul hielo que hasta ahora no había reparado en ella y en estos momentos me congelo cada gota de mi escasa sangre.
-hola                             
-hola
-tenía mis dudas de que acudieras a esta cita
-Madrid se hace pequeño cuando una está sola, siempre viene bien conocer gente nueva. Hace frio, aquí cerca hay un café que pone unas porras buenísimas ¿qué le parece?
-a mi bien, seguramente esas porras no superaran en buenas a la compañía.
-eso me lo cuenta al final del café.
-me llamo Pedro
-yo Clara, encantada.
Dos  besos fríos como su mirada se posaron en mis mejillas.
Nos contamos nuestras vidas a si por encima como se suele hacer con los desconocidos, aficiones música, libros¡¡ cuando llegamos a este punto no pude evitar confesarme lectora asidua de su novela. Por supuesto no conseguí mantener mi rubor a ralla que ponía al descubierto mi faceta cotilla.
-¿te gusta lo que lees Clara? Espero que no seas muy dura es mi primera novela.
-me gusta lo que leo aunque sean retazos, me gustan los personajes, el es tan misterioso y a la vez pícaro es como si llevara un niño travieso dentro. No seria difícil enamorase de un hombre a si
-¿qué opinas de Francesca?
-oh¡¡ Francesca¡¡ la envidio, parece una mujer sofisticada pero sencilla que goza de esa pasión incondicional en brazos de él.
Hablamos durante varias horas de su novela me conto un poco por encima de que iba y me entusiasmo más aun, le insistí en poder leerla un día  y me prometió imprimir lo que tenia para que pudiera leerlo.
Después de esa noche seguimos con nuestra rutina de siempre yo me subía al metro el me guardaba el sitio, el escribía y yo leía por supuesto con mayor descaro y con total libertad de poder hablar y comentar. Empezamos a quedar los viernes en el mismo café para hablar, reír y compartir, lo habíamos convertido en una rutina mas de nuestros días que no podíamos ni queríamos romper. 
En el metro cuando se acercaba mi parada siempre me daba dos besos y un buenas noches pero en uno de esos días sin permiso y como acto voluntario y espontaneo me beso en los labios de forma tierna y fugaz. Fue una sorpresa bien recibida me mordí el labio inferior y por dentro pedía mas, más que el metro aun no se paro. Pero no hubo más.
Al día siguiente de ese beso estaba más silencioso y taciturno y no dije nada leí esperando alguna reacción por parte de él y a una parada de mi destino me propuso quedar la tarde del sábado.

-me gustaría pasar la tarde a solas contigo
-a solas¡¡ alejarnos del mundo¡¡ explícamelo mejor Pedro le dije picara
-tú y yo entre cuatro paredes.
-¿como los protagonistas de tu novela?
-si
-acepto
Fue una de las mejores tardes de mi vida y disfrute de la felicidad de amar y ser amado, no sé si está soltero, casado o que, realmente eso no me importa, ni siquiera se lo pregunte. En el metro de vuelta, cada uno a su destino y sumidos en un silencio cómplice el escribía y yo leía, cuando el metro anuncio mi parada me levante y mirándole le dije:

-hoy me siento Francesca.


                                                                                                                  Irene Adler

domingo, 3 de agosto de 2014

El vino de los Cataros



El  aire traía el olor acre de la carne quemada, negras humaredas teñían el luminoso cielo primaveral . Flotando como semillas de diente de león mecidas por el viento miles de partículas de carbonilla chocaban contra su cara.
Oculto  bajo el saliente de una roca veía como su mundo y su gente se consumían en las llamas de la hoguera. Al vuelo atrapo un trozo de ceniza y de sus ojos manaron dos lagrimas.
"Yo Guillem de Sanmarti  capitán de la guardia del Montsegur soy el único superviviente de la cruzada albiguense  a manos del papa Inocencio III."



-Más de cuarenta años de persecución y solo por amar a dios de forma diferente, ¿acaso no somos todos hombres?¿no deseamos todos el amor de dios? ¿Por qué nosotros Guillem?
-Pierre, es bien sabido que a la iglesia no se la puede desafiar. Esto es una caza de brujas, nosotros los retamos con nuestra fe.
-¡nosotros no hicimos daño a nadie! Guillem. por algo nos llamamos Cataros (puros) creemos en el cristianismo más puro y antiguo ese que a la iglesia no le interesa que vea el pueblo. Somos los “bons homs”¡ no hacemos daño Guillen!,¡ no hacemos daño!
-lo se señor, pero esto es el fin de la persecución, ¿cuáles son sus planes?, los quince días de tregua se acaban.
-¿planes? No hay muchas opciones, la huida está descartada doscientas personas son muchas para pasar desapercibidas ante los ojos de los soldados del papa. Abjurar de nuestra fe por salvar nuestro cuerpo físico seria la condena de nuestra alma inmortal.
-señor, entonces ¿que pensáis hacer?
-caminaremos hacia nuestra liberación definitiva, lo haremos felices, cantando y te aseguro que a donde vamos no nos seguirán los soldados papales.
-señor,¿ no pensareis dirigiros a esa horrible hoguera?
-si Guillem, pero estate tranquilo tu estas fuera de esto, para ti tengo otro destino.
-señor soy un caballero Faydit como vos y no pienso abandonaros, si tengo que ir con vos a esa horrible hoguera iré.
-Guillem no hace falta que me demuestres mas tu lealtad, la conozco de sobras por eso quiero hacerte mi último encargo. Tienes que poner a salvo nuestro tesoro. Quiero que huyas esta noche. Esta todo preparado, en ese zurrón tenéis lo mas preciados del pueblo Cátaro. Cuando estéis fuera del castillo lo podréis abrir, dentro encontrareis varios pergaminos con mapas y reseñas del tesoro y uno trozo de piel de gran tamaño, dentro se aloja nuestra más preciada posesión, con el va una nota de lo que debéis hacer.
 Id a recoger vuestras cosas, los soldados están celebrando la tregua y nuestra incipiente muerte. A sí que en unas horas estarán lo suficientemente ebrios para no ver que algo se descuelga por las paredes escarpadas del Montsegur.
-señor.
- una última cosa Guillem, coged ropa de abrigo tenis que cruzar los Pirineos.


A pesar de la jolgorio  por el fin incipiente del sitio del castillo, se mantenían mas de 40 soldados de guardia rodeando la peña del Montsegur. Habían decidido que la cara sur seria la menos arriesgada dado a que su verticalidad era menor.

 Guillem cargado con el zurrón una espada y su ropa de abrigo descendió por una cuerda la cara sur del castillo, esa era la parte fácil ahora había tocado el frio granito a partir de allí tendría que ser sin cuerda solo con sus manos y con el añadido de ser tan silencioso como un lince si no quería ser descubierto. Tenía a su favor y en su contra la luna nueva que hacía que la negrura fura total , no sería visto pero tampoco veía. Era inevitable hacer rodar una piedra.
A pesar del frio de la noche su cuerpo sudaba por el esfuerzo del camino y la tensión pero el peligro casi había pasado liquidaría al soldado y pondría pies en polvorosa. en la aldea le esperaba un buen pastor amigo de los “bons homs" con un caballo.
Pertrechado en su coraza el soldado papal parecía invulnerable pero Guillem sabía que el cuello era su parte más desprotegida. Atacaría por la espalda; con su mano izquierda taparía su boca y con la diestra abriría su garganta con la daga. Con un poco de suerte nadie se enteraría. Tenía todo planeado al milímetro pero no conto con que algo en su cuerpo lo delataría. Su olor.
Fueron muchos meses de asedio y escasez de agua, los cuerpos de los habitantes del Montsegur carecían de aseo y el descenso de la peña había hecho sudar mas a Guillem.
Todo fue muy rápido. Guillen se abalanzo sobre el soldado en cuestión de segundos le tenía la boca tapada y su puñal degollaba la garganta. Pero su olor lo traiciono y el soldado reacciono sacando su daga en el momento en que se abalanzo sobre él, se la clavo en el costado izquierdo de Guillem. Sintió el frio acero penetrar en su carne pero no vacilo y siguió su plan.  El soldado había emitido un último quejido empapado en los gorgoteos de su propia sangre, la daga yacía en el suelo, Guillem lo soltó y el cuerpo callo inerte. Al final todo había salido como lo había planeado, la herida era superficial pero él sabía bien que formaba parte del cuerpo a cuerpo. De camino buscaría agua corriente y  agrimonia cortaría la hemorragia y desinfectaría la herida .
Trastabillando y con piernas temblorosas se dirigió con paso apurado hacia el pueblo que se ocultaba en la oscura noche, una sola luz titilante señalaba las cuadras donde  un caballo le esperaba.
-señor el caballo no parece gran cosa pero para la travesía qué vais a hacer es perfecto, conoce los caminos de los pirineos, los hemos cruzado muchas veces.
-os lo agradezco mucho .
-señor siento todo esto, el Señor Piere siempre fue bueno con todos y nunca hizo daño a nadie lo que pasa es que la gente del pueblo teme a la iglesia.
-quedaos tranquilo FranÇois, habéis hecho mucho más de lo que vos pensáis.
Guillem cogió el caballo y dio la espalda al joven herrero, sabiendo que  jamás volvería a verlo.
-id con dios Guillem.
Salió por la puerta de la herrería y se perdió en la negra noche, atizo a su montura dirigiéndose  a la montaña, se refugiaría hasta que saliera el sol en los salientes de roca en intentaría curar la herida que parecía ser más de lo que suponía.
El sueño lo había vencido y un canto lejano de voces celestiales parecía sacarlo de su sopor, esas voces, ¿dónde estaba?, ¿había muerto? parecían ángeles. Poco a apoco recobro la consciencia y su cuerpo dolorido sentencio su presencia terrenal, la fría roca que hizo de jergón, le había transmitido su humedad y su frio. Incorporado y despierto seguía oyendo los cantos. No era un sueño, no eran ángeles. En el llano en un triste campo de batalla una gran hoguera se elevaba al cielo y hacia ella caminaba un nutrido grupo de personas entonando un alegre cantico ante la mirada atónita de los soldados papales. Guillem creyó reconocer a cada una de esas personas, Piere a la cabeza con un estandarte donde lucia su blasón con la cruz catara.
La temperatura era agradable y el verano había dejado paso a un cálido septiembre. los criados de la masía  caminaban hacendosos de un lado para otro,  era tiempo de vendimia.  Los jóvenes hijos del capataz Arnao y Enriq se dirigían hacia las bodegas  donde su padre los había citado con el resto de los jornaleros para formar partidas de recolectores. Eran los viñedos más grandes y buenos de toda la comarca. había mucho trabajo que hacer. Pero siempre con mucho cuidado y cariño que era la clave del buen vino que obtenían.
Eran los primeros en acudir a la cita de su padre, las bodegas estaban desiertas salvo por un caballo que descansaba postrado al pie de la puerta.
-mira Arnao
El caballo al ver a los jóvenes relincho suavemente sin moverse del suelo agitando su cabeza de arriba abajo. Enriq amante de los animales salió corriendo hacia el caballo.
-espera Enriq, no te acerques puede estar enfermo. La prudencia de Arnao no consiguió frenar sus ansias.
Enriq se encontraba delante del caballo que seguía sin moverse, apenas giraba sus grandes ojos hacia ellos. Arnao se aproximo hasta llegar a la altura de su hermano y consiguió ver lo que él. Una mano salía de debajo de una capa de viaje y se aferraba al cuerno de la silla. Asustados echaron a correr en busca de su padre.
Al momento varios hombres junto con el capataz y el señor de la masia, se encontraban delante de la bodega observando al jinete caído y a su fiel montura.
-no parecen enfermos decía el amo de la masía.
-señor será mejor llamar al galeno Abram.
-sí, manda a uno de tus hijos.
-Arnao, corre a buscar al galeno
Habían conseguido levantar  al caballo destenazando su mano fria del cuerno de la silla. Dos hombres giraron el cuerpo del hombre que yacía boca abajo. Abram se acerco al hombre y lo observo detenidamente.
-no hay peste señor, creo que murió de una herida, hay sangre seca en su ropa. Con manos firmes el galeno fue sacando las piezas de ropa que cubrían al hombre. Era joven y atlético de rostro severo. Debajo del jugon se descubrió una gran cruz de plata con las aspas en triangulo y tres perlas en cada esquina.
-cátaro¡¡¡¡
-eso parece señor.
 al lado de la cruz contra su pecho había un saco de cuero que contenía una carta dirigida a quien hallaría  su cuerpo. Guillem de Sanmarti  no consiguió llevar a cabo el encargo que le había hecho Piere antes de morir. Sabedor de su muerte incipiente de esa puñalada ponzoñosa que le arrebataba la vida día a día escribió un testamento esperando que su cuerpo inerte fuera encontrado por alguna buena persona que consiguiera llevar a cabo  lo que él no logro.
El judío Abram tendió la carta al señor.
-leedla vos galeno.

                   
                  A 8 de septiembre de 1244
Yo Guillem de Sanmarti  caballero Faydit y jefe de la guardia del  Montsegur huyo por   orden  de mi señor Pierre-Roger de Mirepoix, primo del fundador  Raymond de Péreille. Con el tesoro de los cataros para ponerlo a salvo y devolverlo a su lugar de origen. Jerusalén. Si esta misiva cae en manos de un noble caballero ruega proteja con su vida el legado Cátaro. No esperéis montañas de oro por que no es ese nuestro legado. Envuelto en cuero húmedo encontrareis una cepa de vid. Ese es nuestro legado. Esta cepa proviene de Jerusalén y de ella salió el vino de la ultima cena de Jesús con los discípulos. A través del los años se cuido y se custodio como el tesoro que es. Si no podéis devolverla a su tierra de origen plantarla y cuidarla. Multiplicar la cepa y ofreced al mundo el Santo Grial, la sangre del salvador.
                                                                                                                      G.Sanmarti

En los años venideros la cepa catara creció entre las vides del señor de la masía como un vino mas y el cuerpo del caballero Guillem de Sanmarti  fue sepultado bajo  la cepa madre que portaba el dia que fue hallado.

miércoles, 2 de abril de 2014

Un extraño con traje de Gieves & Hawkes

Como toda mujer, o mejor dicho como todo ser humano independiente de su sexo o edad fui atraído por la mole del centro comercial nuevo más grande de Gijón. En pleno centro, dominando los monederos y carteras de todos los ciudadanos.
Viviendo casi al lado seria una tontería no aprovechar las ofertas competitivas del Carrefour y más cuando cuesta mucho llegar a fin de mes, un solo sueldo, para pagar un piso y todos los gasto que conlleva. En fin una vida pobre y en soledad rascando el bolsillo para no volver a casa de mis padres. Cualquier cosa, menos volver, como si tengo que comer piedras. A si es que nunca me permití el lujo de viajar aunque si el de soñar.

-son 21,50.
La cajera del Carrefour me arranco de mis patéticos pensamientos. le entregue 25 euros y espere paciente la vuelta.
-aquí tiene, rellene este cupón junto con su tike de compra y participara en el sorteo de un viaje a México.
-gracias.

 Mientras me tome un café cubrí el papel y lo ensobre, ¿por qué no? Porque no me podía tocar a mí. En este caso no hay puntos que juntar todo depende de que la mano inocente se tope con mi sobre.
Un gran cartel vertical se levantaba frente a mí, a la entrada del super. "sorteo de un viaje a México para dos personas". ¡Para dos personas! No había caído en eso, mi vida era todo en mono, hacía muchos años que no había otra persona a mi lado, años que no vivía en estéreo. Mis pasiones mas grandes las vivía en los libros y en mis sueños.
¿Y si me tocaba el viaje? ¿Podría ir yo sola? Supongo más barato no. Joder Camila deja de soñar.
Deposite el sobre en el buzón y decidí no pensar más en ello de echo me olvide por completo del sorteo.
-¿sí?
-¿Camila Ruiz?
-Si soy yo.
-le llámanos del Carrefour del centro comercial Los Fresnos ha sido usted la ganadora del viaje a México para dos personas.
No sabía que decir y como el silencio en la línea se hacía incomodo.
-¿señora?¿sigue usted ahí ?
-disculpe el viaje es para dos y yo vivo sola. Fue lo único que se me ocurrió decir.

-con eso no va a tener ningún problema.

Sin apenas darme de cuenta me encontraba subida a un avión destino México. Aun no me lo creía, se podía decir de forma literal que estaba en las nubes.
Mi amigo Google y yo nos encargamos de planear y decidir lo que quería ver. El viaje en si era justito incluía hotel y vuelo pagado el resto corría a cuenta de uno. A sí que hice acopio de valor y tire de mil euros que tenia ahorrados para alguna emergencia. Los intocables mil cruzaban el charco conmigo. Pero que mayor emergencia podía haber que darle un poco de  aventura a la vida de una solitaria cuarentona.

Fue poner un pie fuera del avión y no saber qué hacer. El vuelo y su cambio horario era tan grande que en mi cuerpo había un descontrol tremendo, no sabía si tenía hambre o sed si quería dormir o levantarme, de hecho tarde más de un día y una noche en coger el ritmo de México, disponía de siete días de hotel. Podemos decir que entre la llegada y la salida perdí dos días pero aun me quedaban cinco.

El hotel era un cuatro estrellas, carai¡¡ todo un lujo para mí que nunca salía de mi mugriento piso de treinta metros cuadrados.
El hall del hotel se encontraba casi vacío eran las once de la noche hora local, solo un hombre de vestimenta peculiar escondía su rostro detrás de El Universal.

-hola,                              
Mis palabras se perdieron en la noche o eso creía yo pero estaba siendo escuchada y observada por el hombre del traje elegante.
-yo de usted probaría con la campanilla que tiene a su derecha. Apunto el hombre desde detrás de su periódico.

-oh¡ gracias. Clin¡¡
-buenas noches , que desea.
-me llamo Camila Ruiz y tengo una reserva.
-a si, caramba¡¡ la estábamos esperando.

Escuche diligente las condiciones del hotel con respecto a los horarios de desayuno y los avisos de no salir sola muy lejos.
-siempre recomendamos que hagan visitas guiadas en autobuses y grupos numerosos, ¿tiene usted algún plan para estos días?

-bueno yo quisiera visitar las ruinas de Teotihuacán y el museo arqueológico.
-está usted de suerte.
-pues si parece que sí.
-¿cómo dice?
-nada discúlpeme, dígame
-mañana hay organizada una salida programada por el hotel al museo y las principales zonas de México monumental. Y pasado a las ruinas, creo que le vendrá a usted muy bien ya que a si podrá estar más descansada para ver  Teotihuacán. Además disponemos de plazas libres ya que acaban de anularse un par de reservas. Eso sí, este suplemento lo tiene que pagar usted. Pero son solo unos pocos pesos.

-vale, pues cuente conmigo.
-lo cargo en su cuenta y recuerde el desayuno a las 9 y salida a las 10:00. Buenas noches, descanse espero que todo sea de su agrado si no háganoslo saber.

Conciliar el sueño fue algo casi imposible, mi reloj interior con hora española me decía que aun era muy temprano, pero en el cielo Mexicano dominaban las estrellas.

Pi,pi,pi,pi, dios la alarma del teléfono ahora que por fin dormía tranquila. Una ducha rápida y un buen desayuno al estilo americano reactivaron mi cuerpo descompuesto, añadiendo esa pizca de ilusión de ver cosas nuevas, lejos de mi vida gris en Gijón, aquí todo era luz.

Un mini bus nos esperaba en la puerta para acercarnos al museo. Me senté en el lado de la ventanilla como solía hacer cuando era niña para no perder detalle del paisaje.
-¿está ocupado?
El hombre del traje elegante se encontraba ante mí y yo como una tonta no sabía que decir
-ho¡ no disculpe. Tenía un rostro peculiar, hermoso a la manera de un dandi, parecía un hombre cultivado en todos los aspectos. Pero detrás de esa mascara de perfección se encontraba un diablillo pircaron o eso es lo que dejaba ver su sonrisa.
-gracias.
Ese gracias, esa sonrisa blanca y perfecta, fueron como una bofetada para mi libido dormido que consiguió sonrojar mis pálidas mejillas de bibliotecaria.
-¿española?
-si
-yo también, ¿de dónde?
-de Gijón  
-una mujer del norte,
-si ¿y usted?
-también del norte, pero sin un pueblo definido. podemos decir que soy un hijo adoptivo del planeta. ¿qué le trae por México si no es indiscreción?
-se puede decir que no estaba entre mis planes, me toco el viaje en un sorteo.
-¿no le gusta México?
-no, no es eso. En mi vida no suele haber este tipo de emociones, digamos que soy muy austera.
-Pues hace muy mal, es la mejor forma de vida que conozco, hoy aquí mañana allí. Yo no sé vivir de otro modo.
-si debe de ser hermoso, si se puede depender de no trabajar.
Su elegancia dejaba ver que manejaba una gran cantidad de dinero o por lo menos eso quería dejar patente su traje de Gieves & Hawkes. Trajes a medida y de calidad. Solo se los había visto al príncipe Carlos en las revistas de cotilleo.

El museo era una verdadera maravilla y nuestra guía todo una experta en arte azteca que supo hacernos comprender lo más intrincado de esa cultura que desapareció tan súbitamente.
-en esta sala podemos ver las joyas y ornamentos, típicos de las culturas mayas y aztecas. Sabemos que eran muy dados a los adornos y abalorios, grandes pectorales, collares orejeras, mascaras pendientes. Trabajaban todos los metales y las piedras pero podemos decir que lo más apreciado era el oro y el jade. Aquí podemos observar un precioso pero sencillo collar de jade hallado en el templo de la luna. Consta de veinte cuencas de jade y un cilindro adornando el centro del collar.

-es precioso. Le dije al hombre elegante. Pero al no percibir respuesta alguna me gire y a mi lado no había nadie, parecía como si fuera fruto de mi imaginación. Absorta en las explicaciones de la guía no pensé mas en el. Mientras observaba  un Chac Mool fui sorprendida por la voz delicada y sensual del hombre del traje elegante.
-dicen que los Chac Mool eran utilizados para hacer sacrificios humanos y en el centro depositaban el corazón.
-ah¡
-¿la e asustado?
-pues sí, se había volatilizado usted.
-me sentí indispuesto y tuve que abandonar la sala, ¿me perdí algo interesante?
-Los preciosos collares de jade.

Nuestra   visita finalizo en el  museo del templo mayor, y nos ofrecieron llevarnos de vuelta al hotel o los que quisieran ver la zona monumental del centro de México podían quedarse siempre en grupos o en parejas. Mi anónimo amigo y yo decidimos ir hacia la plaza del Zocalo bajando por la calle mayor donde cientos de comercios esperaban al turista para venderle sus bolsos, mochilas viseras o cualquier otra cosa que necesitaras. 

Caminamos por la plaza del Zocalo y admiramos el palacio real y la catedral de la Asunción. Cuando el hambre hizo mella decidimos que una visita a México no estaría completa sin unos tacos y un tequila.

A la mañana siguiente recorrimos 43km hasta nuestro gran destino.
-¿preparada para pisar la ciudad donde nacieron los dioses?
-me siento emocionada como una niña.
Mientras el minibús recorría el último trayecto me parecía imposible que de entre aquel paisajes fuera a surgir una pirámide de más de 62m de altura.
El centro de interpretación nos ofreció una visita guiada la cual agradecí mucho dado que había tanto que ver. Mi amigo anónimo seguía a mi lado explicándome  ciertas curiosidades de esa cultura y de ese lugar. Por algún motivo que desconozco nos hicimos buenos amigos pero yo seguía sin saber su nombre, no quise preguntar, una persona se presenta de forma cordial desde el primer momento, si él no lo hizo seria por algo. Con su traje de cachemira me recordaba al cuadro de Rene Magritte "el hijo del hombre" un hombre sin rostro sin identidad.

Llegamos al hotel exhaustos, sudorosos y atiborrados de cultura azteca
-creo que esta noche soñare con la serpiente emplumada y todos esos dibujos de los frescos y los bajorrelieves.

-Camila no desearía yo tener ese sueño, puede ser muy perturbador. ¿Tiene algún plan para esta noche?
-pues la verdad es que no.
-¿le apetecería  cenar conmigo?
-seria un placer.
-no se usted yo estoy un poco cansado, México es peligroso y de noche más. ¿Le importa que cenemos en mi suites?

De mis años de bibliotecaria mi cara había cogido el color del papel blanco, quizás un poco amarillento con los años y en ese momento un hombre sin nombre me invitaba a cenar en su habitación. Mi libido hizo de las suyas y mi cara tomo el color mas carmesí que jamás hubiera imaginado en mi. Mi azoramiento dejo paso a un silencio pesado. Por mi mente pasaban mil imágenes. Ese hombre me gustaba, lo deseaba, deseaba cenar con él, deseaba meterme en su cama, deseaba saciarme de él.
-si                             
-se hace usted derogar mucho Camila y me sonrió pícaramente, que le parece si pedimos algo para picar un variado.
-por mi está bien pero desearía ducharme y cambiarme de ropa
-¿ dentro de media hora?
-por mi perfecto.
-mi habitación es la 221.

¡¡Dios mío¡¡ en  mi maleta no había metido ni una sola prenda sexi, ni un conjunto bonito, ni nada, solo ropa cómoda, mas me valía ir solo con las bragas pensaba, mientras ponía todo en desorden buscando algo que pudiera ser mínimamente sugestivo. Los sujetadores todos descartados eran piezas enteras de deporte. Y las bragas el paquete de algodón del Primark seis por 4,99. Entre todas ellas seleccione una marrón con una gomita en puntilla rosa y un pequeño lacito. Dios bragas de euro para un hombre que viste un traje que sabe dios cuanto costo. Vas muy deprisa Camila por de pronto solo te invito a cenar a lo mejor ni siquiera llega a las bragas del Primark.
Al final mi traje de gala para la cena en la suite se quedo en unos vaqueros ceñidos y una camisa negra de gasa con topitos de terciopelo, suerte que por delante no trasparentaba por que los sujetadores se quedaron todos en la maleta.

-sí, adelante, está abierto
-hola.
-es usted muy puntual Camila.
-es una manía.
-Yo diría que es una buena costumbre.
-siéntese el camarero acaba de traer la cena.
Con un ademan de una elegancia infinita retiro la silla para que me sentara. Carai¡¡ eso solo se ve en las películas. ¿de dónde salió este hombre?
-es usted todo un enigma. Un caballero perdido en un siglo equivocado, se agradece.

La cena transcurrió hablando un poco de todo, viajes, lugares, libros, música, se hablo de mi, pero nunca en ningún momento dejo que la conversación derivara hacia su persona para no tener que dar respuestas sobre su vida y yo respete su decisión. No pregunte su nombre, no pregunte sobre su vida. No me hacía falta a mí lo que me interesaba era el momento y el hombre.

Pi pi pi pi¡¡ la alarma de mi teléfono me saco de uno de los sueños más maravillosos que tuve jamás. Palpe a tientas por la mesilla para apagar la alarma y no aparecía. Pi pi pi pi¡¡ me arrastre soñolienta y boca abajo por la cama hasta la otra mesilla y nada pi pi pi pi¡¡ dios al final tuve que abrir los ojos porque quería silenciar ese aparato del demonio que me martilleaba la cabeza.  Y entonces caí en la cuenta, ¿dónde estoy esto no es mi habitación? Sentada en la cama reconocí la suite del hombre sin nombre. Pero allí no había nadie solo un hermoso collar de jade en la almohada. Era una réplica del que tanto me gustara en la exposición, 20 cuencas y un cilindro tal cual. Pi pi pi pi
El teléfono seguía sonando pero ya no me molestaba ahora sabía que no fue solo un sueño maravilloso del que no quería despertar. Feliz y renovada cogí el collar y le di vueltas entre mis dedos admirando la perfección de la réplica asta parecía tener esos miles de años encima. Duchada  vestida y con el collar puesto me acerque a mi habitación a coger unas cosas y me dispuse a ver un poquito más de México.

Nunca olvidare en mi vida esta ciudad, en ella me reencontré con mi pasion dormida de la mano del hombre sin nombre, viví y ame como lo suelen hacer el 80% de las mujeres. Ahora en mi piso intento poner orden en esta cantidad de fotos postales y recuerdos que traje.

De  fondo el telediario informa de las noticias como siempre catastrofistas. Pero una llama mi atención. Una reportera espera que le den via para hablar a la puerta del museo arqueológico de México.
-hey¡¡ yo estuve allí jaja. Me pavoneo a mi misma y me siento orgullosa de poder decir estas palabras, pero en cuanto la reportera comienza a dar el suceso mi cara cambia.

"Los operarios del museo arqueológico de México en el traslado de unas piezas para una exposición temporal en el museo del templo mayor dieron la alarma de que el collar de jade  hallado bajo la pirámide de la luna había sido sustraído de su urna y sustituido por una réplica de las que se venden en las tiendas de suvenires. No se tiene constancia de cuando se cometió el robo. El único dato con el que cuentan es que hace un mes fallo el sistema eléctrico a la vez que el generador de urgencias pero duro solo unos minutos y puedo ser en ese momento en que todas las alarmas y cámaras quedaron desactivadas. El collar de jade tenía un pequeño punto rojo oculto que lo definía como pieza de especial interés por los arqueólogos. "  

Me quedo petrificada ante la noticia, era tan hermoso, que pena que lo robaran y al momento me asalta una duda, un recuerdo de esos minutos sin luz en el museo. No, ¡no puede ser! Salgo disparada hacia mi habitación abro el joyero y extraigo el collar reviso todas las cuencas y cuando ya solo quedaban dos. Allí está el punto rojo. ¡Oh dios! ¡dios! El collar robado está en mis manos, que hago.
En un primer lugar pienso en denunciar el robo y entregar el collar, después recuerdo al hombre sin nombre, al caballero elegante que hizo de mi vida algo mejor. Y lo comprendo todo, por eso no decía su nombre ni daba datos suyos era un ladrón de guante blanco. No puedo denunciarlo, no debo hacerlo si él no quisiera que me quedara con el collar no me lo daría lo hubiera vendido en el mercado negro y seguro que a muy buen precio.


                                                                                       Irene Adler
                                                                                      Para el ladrón de corazones y el ladrón de joyas